Cuando hablamos del tiempo no nos referimos a la unidad de medida sino al transcurrir de acciones en una sucesión de eventos y cuando hablamos de gestión del tiempo, hablamos de optimizar esas acciones en los eventos que conscientemente asumimos o cuando ejercemos responsabilidad sobre un proceso dado llamado "evento".
Esta aclaración es necesaria porque el tiempo transcurre aunque decidamos no hacer nada más que respirar. Pero al gestionar el tiempo estamos hablando de las cosas que podemos hacer en un período dado y que esperamos que eso que hicimos nos traiga como consecuencia de la acción más beneficio o satisfacción en comparación con otras acciones.
Primero es lo primero
Necesitamos definir cual es nuestro gran objetivo por cada área de nuestra vida que consideramos importante, por ejemplo en el aspecto familiar, puedo trazar como objetivo: vacaciones familiares de fin de año a un destino especial en el extranjero. Esto se convierte en un proyecto ya que está constituido por varias actividades, entonces hacemos un listado de todas las actividades que consideramos que forman parte de este proyecto y las clasificamos por orden de ocurrencia identificando las actividades independientes o que pueden hacerse en forma simultánea. A cada una de estas acciones les asignamos una temporalidad y un momento de ocurrencia es allí cuando sentimos que administramos el tiempo.
Esta aclaración es necesaria porque el tiempo transcurre aunque decidamos no hacer nada más que respirar. Pero al gestionar el tiempo estamos hablando de las cosas que podemos hacer en un período dado y que esperamos que eso que hicimos nos traiga como consecuencia de la acción más beneficio o satisfacción en comparación con otras acciones.
Primero es lo primero
Necesitamos definir cual es nuestro gran objetivo por cada área de nuestra vida que consideramos importante, por ejemplo en el aspecto familiar, puedo trazar como objetivo: vacaciones familiares de fin de año a un destino especial en el extranjero. Esto se convierte en un proyecto ya que está constituido por varias actividades, entonces hacemos un listado de todas las actividades que consideramos que forman parte de este proyecto y las clasificamos por orden de ocurrencia identificando las actividades independientes o que pueden hacerse en forma simultánea. A cada una de estas acciones les asignamos una temporalidad y un momento de ocurrencia es allí cuando sentimos que administramos el tiempo.
Tras revisar este ejemplo podemos notar que lo que realmente gestionamos son eventos, acciones que realizamos o que debiendo ser realizadas, las delegamos. La importancia entonces radica en que actividades escogemos hacer en el trascurso de un tiempo dado. Si las acciones que realizamos nos hacen sentir satisfechos o felices, diremos que la gestión fue exitosa.
La mejor manera de gestionar el tiempo es entonces escoger sabiamente que actividades haremos y que nos acerquen a nuestro gran objetivo.
Esta es la realidad, si queremos ser quienes están en control, debemos hacer la diferencia al organizar, planificar, agendar y realizar nuestras actividades.
Esta es la realidad, si queremos ser quienes están en control, debemos hacer la diferencia al organizar, planificar, agendar y realizar nuestras actividades.

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